viernes, 6 de febrero de 2015

Editorial Agua Maldita Nº 2


Si aquella tarde de agosto de 2013, en la ex CSCA Libereco de Recoleta, cuando dimos comienzo al Taller de Poesía Política, nos hubieran preguntado hasta dónde queríamos llegar, quizá no hubiéramos pensado concretamente en todo lo que hemos logrado hasta hoy; en verdad, ni siquiera lo habríamos imaginado. No se nos habría ocurrido, por ejemplo, que nuestro grupo seguiría ampliándose más y más, con el interés de nuevos/as talleristas; o que nuestras lecturas de poesía atraerían a tanta gente; o que sacaríamos revistas sobre poesía, cultura y sociedad con tan buena llegada entre nuestros/as lectores/as. Pero lo hemos logrado en poco más de un año, y eso nos alegra muchísimo.

En general, el viaje ha sido difícil, con sus respectivas turbulencias e imprecisiones, pero hemos avanzado a paso agigantado en nuestros proyectos particulares, que tienen que ver con una política grupal en construcción; con un trabajo concreto y abierto en centros culturales, colegios y poblaciones; con la asociación a través del apoyo mutuo y la autogestión con otros colectivos políticos, sociales y/o culturales; y con la consolidación de nuestra propia agrupación, el Colectivo Poético Agua Maldita, que hoy se encuentra en incesable trabajo y con miras a un futuro cada vez más definido.

En este segundo número, hemos querido compartir nuevamente con ustedes el fruto de nuestra labor, que con el tiempo se ha vuelto más popular y establecida, y quizá más ambiciosa también –por qué no decirlo– gracias a los nuevos horizontes y las oportunidades que han aparecido con el tiempo. El camino sigue siendo ancho, eso es seguro, pero lo hemos ido copando con gente importante, luchadora y aperrada que se ha sumado a nuestro recorrido con determinación y alegría.

En esta oportunidad, las metáforas del viaje y la ruta nos vienen perfecto, ya que hemos decidido abarcar un tema que nos interesa a todos/as como colectivo: las luchas latinoamericanas. Hemos analizado en nuestras sesiones de taller la poesía de distintos puntos de nuestro continente, como Perú, Argentina, Uruguay, México, Cuba, entre otros países de Latinoamérica, descubriendo en conjunto las bondades de la literatura en esta zona, interesándonos cada vez más en nuestras culturas hermanas y soñando con difundir –en un futuro próximo– nuestro trabajo allí, en las diferentes latitudes del Sur.  

Por el momento, dejamos con ustedes este conjunto de poemas y textos críticos que exponen el trabajo realizado durante el 2014 en el Taller de Poesía Política, siempre en el Barrio Yungay, pero con la vista puesta más allá de cualquier concepto limítrofe y fronterizo. La unidad, el apoyo mutuo y el trabajo han sido la fórmula hasta el momento, y aspiramos a que siga siendo así. Ojalá disfruten de su resultado.

lunes, 2 de febrero de 2015

Fernanda Meza (3era selección)

Reseña biográfica + info y otros poemas aquí y aquí.


Sinpuntodefinido 

Los días avanzan, avanzan neutros.
Espero las noches y son lo mismo 
con un poco más de luz 
                                                pero lo mismo.

Las calles caminan: 
detrás de cada cara 
una doble vida 
un nuevo distractor. 

Se acaban las excusas 
y aprendo a escuchar al viento.
A veces me detengo 
y hasta tengo conversaciones con mis mil horrores 
una infinidad de personalidades.
A veces hago como si nada pasase 
dándome tiempo/espacio para la evasión. 

Camino y no espero nada 
                                                   la nada me conoce y yo la conozco a ella 
porque me muevo con mayor facilidad.

La fragilidad se queda fuera 
la melancolía me la como 
                                                    la mastico largo rato 
                                                    la trago y la siento caer 
cuando baja al fin por la garganta 
                                                       la siento 
                                                                 y me resiento en el afán de retenerla

hasta regurgitarla cual mamá pájaro 
hasta resentirla como todos los nuevos días.


Caminando

La masa inerte se avecina
los codos colisionan 
montaña en derrumbe.
el sudor cae por los trajes
                      /por cada sien 
                    /por cada muslo
en aquel mar de mutilados 
de seres que más que vida beben angustia 
degustando la carne del mundo entero 
                                                                        atragantándose de sangre 
acechando desde espacios abiertos 
sin la necesidad de esconderse 
masacrando todo lo que respira 
a punta de paso rápido 
de movimientos inconexos 
de deseos que anulan toda intención de sentir 
                                             todo deseo de trasformación 
                                             todo brillo de pensamiento.


Matanza

Se acaban las ganas olvidando las noches.
Volcada las entrañas se desprenden.
Te observo mientras te bañas en ríos de sangre
que brotan salvajes
                        salvajes desde mi vagina enferma
                                                                            enferma de fertilidad.

Amarraste mis extremidades
con cada tripa que arrancaste sin clemencia de mi cuerpo
con cada posibilidad de incorporarte a mi interior
                                            /entras una y otra vez corriéndome
                                                          devorándote el hígado
                                                           mordisco a mordisco.

Se te van las ganas
abres el páncreas
indagas profundidades
dedos cabalgan olas de rojo tenue
kilómetros eternos de intestino grueso.

Dices no entender(te-me)
pero nadas en la sangre
pero te bebes cada sorbo de saliva 
                                     /todo lo desprecias
                                          y no dejas nada
pero se escurren seguido tus gestos
pero se me vuelve rutina la viscosidad
                                       /los tentáculos
                                     /el irritante escenario.

Hoy las paredes de mi cuerpo se derrumban
las rocas caen una tras otra
sinfonía agónica de tramas y bosques.
Se funde la ciudad atascada en lianas y frondosidad.
Te echas cuadrúpedo sobre tu cola
mordisqueando como un perro hambriento
cada órgano visceral.