martes, 11 de agosto de 2015

Gustavo Rivera (1994)

Escribo desde la garganta, letras como flemas a la vereda.
De maña ebria y bailes golpeados, me aferro así a un Yo desastroso, descriteriado y ordinario, que se mueve arrastrando lo que esté a su lado.
Así mismo me caí, y me quedé sentadito en la cuneta vacilando las colillas de cigarros. 


No ser 

I
Proyectiva en negación del futuro

Las baratas vuelven con cámaras y pancartas
a robar nuestro pan de fuego 
y falta de calma.

Me inyecto un La menor en la mirada
y en los dedos la sombra de mi voluntad.

II
Lamento desde las cañerías del Leviatán

Nunca conoceré la paz. 
Mi madre estuvo muerta fuera de un hospital. 
El Estado chileno goza de la carne como cárcel. 
Inmobiliarias la taparon con un estacionamiento. 
Carteles se levantaron. 
Ciudadanos reformistas hablando de igualdad. 
Palomitas insurgentes 
cantarán con fuego nuestro funeral. 

             Y arderán los apéndices 
             de clínicas privadas.

III
Sarcasmo de expectativas diarias

Y duelen las mañanas de veredas,
las tardes de sirenas y tránsito,
intangibles ocasos
cubiertos de enfermedad transeúnte. 

Amanecerán 
con las cabezas de sus pájaros despertadores.
En las ventanas que saluden al sol.

     ¿Por qué?

      Porque no dejaré que nada
      me arrebate las noches 
      de aullidos en tu pieza y paguerviolens en la radio. 


Yo soy
(Contraposición a un ego general) 

Sin vendajes somos cuerpos
reducidos socialmente a nada.
Nos crearon identidades falsas 
para despreciarnos desde la carne
a las miserias que portamos…

       ¡Yo soy mucho más que eso!
       ¡Yo soy mucho más que todo esto!

Ynodejodeabrazarmiabismo
violentamentefloridoynegro.