
Soy una soñadora inagotable, eterna buscadora de un compañero que me dé el aguante. Bicicletera de ciudad, crespa y sociable. Cualquier utopía es mi pasión. Mientras más difícil sea la meta, más ganas me dan de llegar a ella.
Me apasiona por sobre todo el movimiento en todas sus formas. No sueño con UN algo, si no con todos.
Dejé salir mi expresión poética gracias a un compañero de vida, siempre agradecida de ello, pues he conocido grandes escritores y personas debido a él. Me apasiona la escritura por lo fácil que me resulta transmitir a través de ella, por el juego que se puede hacer con las palabras, los tonos, la música, y porque finalmente todos los que escribimos tenemos varios grados de locura adentro.
Querer o no querer
¿Por qué no se puede manifestar que no se quiere?
¿Por qué no se puede simplemente no querer hacer algo?
¿Por qué es mal mirado no querer hacer algo?
Todos no hemos querido ir al colegio, o no querido ir al trabajo, o no querido hacer una clase o no querido trabajar de clown sin que te paguen, o no querido ir a una fiesta, o no querido ir a una protesta a manifestar que no se quiere, que no se quiere vivir así, que no se quiere este gobierno, que no se quiere esta mala educación, que no se quiere esta mala salud, que no se quiere esperar más.
Aun así hay que seguir con la excusa del dolor de cabeza, la menstruación, la infección, simplemente por no poder decir: no QUIERO culear con vo.
Llorar y cagar
Tanto lloré que mis lágrimas sirvieron para el desagüe del inodoro donde boté toda la mierda que había defecado pensando en ti.
Ya no quedan lágrimas ni mierda, al menos no para el mismo blanco.
En esta mira ya no estás tú, ha vuelto mi objetivo, el de siempre: las viejas y viejos asquerosos dueños de las AFPs que quieren robar mi 10%, y que han robado el 13% de muchos de este pedacito de mundo, que sin darse cuenta o con darse cuenta no son capaces de juntar un poquito de la mierda que botamos cada día por el inodoro y lanzárselas directamente a la cara.
Sol
Escondido tras las nubes me miras
ahí, creyéndote superior.
Me observas hacia abajo
siempre dejando que las nubes
te protejan.
Y si no, ¿qué?
Quemas mi mirada
y no me dejas conquistarte.
¿Qué sería de tu felicidad si no existieran aquellos para quien brillas?
Tienes miedo a que mi locura te apague
o que mi fuego te encienda más,
porque sabes perfectamente que eres brillante
y que una sola como yo
no te dejaría ocultarte tras las nubes.
Denuncia sin sentido
Señor carabinero,
quisiera hacer una denuncia
o dejar constancia de un hecho.
Hoy no me tomé una piscola,
otro se la tomó por mí.
Hoy no asistí a mi clase.
Quisiera denunciar por daños y perjuicios
a la propiedad privada:
mi ser.
Me han robado mi tiempo,
me han robado y secuestrado,
he clamado por mi libertad
y se me ha insultado,
respondiendo a mis insultos
que han sido provocados
por reclamar mis derechos.
Denuncio que me han robado lágrimas
y un poco de la rabia que
destinaba a otra causa.
Denuncio a ese hombre por no comprender
que soy una igual y que yo
no tengo la culpa de su explotación.
¿Quién tiene la culpa?
¿Usted lo sabe, verdad?
Con esta denuncia…
¿usted puede buscarlo y apresarlo?
Firmo esta acta y pido libertad
para Pedro, Juana y Diego
que nada tienen que ver en el asunto.
Al final sólo quedó un vidrio roto
y un amante sin amar.
Punkymaní
Siento que no entiendo nada,
no entiendo el amarillo
ni el colorado.
No entiendo el nublado
ni el soleado
desolado
soldado.
Soldado creado
sin más escudo
que su caja de maní salado,
tostado y confitado,
sin más casco
que su antigua melena protectora
que lo cuida de no volverse del otro bando,
del bando de los tarados no porfiados.
Ese soldadito del maní
le da miedo a muchos niños,
a mí me da curiosidad.
¿Cómo se puede vivir tantos años siendo un punkymaní?
Con su carita de inca
sobrevive al sur de la ciudad,
cargando un sueño de metal en cada oreja
y sus bototos cada año se vuelven más y más pesados.
Pero no se rinde,
y aunque sé que el confitado no lo hace él,
me gusta imaginarlo en su cocina
armando los paquetitos del tostado
para después encontrarlo
en una amarilla o colorada
y escuchar su sonsonete tan particular
gritando desde adentro:
manisero soy
uso cadenas en mi cuerpo y bototos en mis pies
para decirle a usted
que me cago en tu armani
y en tu sueño de un ferrari.