
Plasmar sobrevivencias es mi idea. Construir historias y regalarlas al que quiera recibirlas.
P.D: Estos textos van dedicados a la niña crespa, de ojos grandes y pestañeantes. La persona
que anhelé de vidas pasadas. El regalo del universo, la semilla más
tierna que he cargado y que hoy revolotea en mi vida.
Ensayo
Cuando comencemos este acto
no se olviden de sus personajes.
Cuando acabemos
recién comenzaremos este show.
Zoonosis
Ni parir te sensibiliza
ni cagar hediondo te rebaja.
Busquemos un incienso
y pensemos con humo en la nariz:
¿Dónde mierda clasificamos a estas especies?
Publicidad engañosa
Tú,
ignorante,
busco sólo un porcentaje,
no sé si sabes por qué
camino bajo el sol hastiado,
con las orejas prestas
inyectadas en un letargo
con mi mejor mueca.
Visito la feria,
un pasaje
inserto en el barrio,
donde los pendejos andan en pañales
y a pata pelada abren el grifo de la esquina.
Me beso con todas las viejas calientes,
otras
por suerte estrechan mi mano.
Rápido, llegando a mi casa:
ducha con cloro.
Destierro esperanzas
contaminando las calles
semáforos
parques
alamedas.
“No existen límites
cuando se desea ganar”
-dicen todos.
¡Me culeo tus ideas!
Mis oídos se cierran,
prende una chispa
y se enciende el piloto automático
con el arsenal de esclavas
regalando bolsas y calendarios
región por región
casa por casa
familia por familia:
“Dame tu voto, dame tu voto".
Desatando
Vomito cada caso
que me causa comezón.
No me dan miedo las luces del cielo
ni el frío de las baldosas
pues siempre me pregunté:
¿Cuál es el gran temor de la sociedad? ¿Remecerse?
¿Y si tiemblan hasta los más valientes?
La Tierra de vez en cuando tiembla.
La lucha en la vida
es hostigosa
pesada
difícil de manipular
y sin sangre
jamás ha sido lucha.
Trato de explicar
de destrabar mis ideas.
Lo intento
porque no quiero culpar a nadie
de mis derrotas
ni concluir mi historia
aguachando los arrepentimientos.
Y si
la aflicción
llega a mi vida,
remojo las neuronas
para levantar la luz
que lleva el ritmo
de mi convicción.
Siento
que al pasar los años
se nos van apagando nuestros anhelos
pues el capitalismo
consume el empoderamiento
y hasta las nuevas ideas.
Nos conformamos
sumisos
ciegos
y volvemos a ser
sólo unos pendejos obedientes.