lunes, 9 de diciembre de 2013

Ana Castro Almonacid (1990)

Pisciana que le teme a nadar. Crecí entre tierra, patas de pollo y cumbia. A medida que pasaba el tiempo, vivía imaginando, inventando y escribiendo vidas nuevas y mejores. Así fue como convertí a mi mano derecha en mi mejor amiga y a mi mente en mi mayor confidente.
Plasmar sobrevivencias es mi idea. Construir historias y regalarlas al que quiera recibirlas. 

P.D: Estos textos van dedicados a la niña crespa, de ojos grandes y pestañeantes. La persona que anhelé de vidas pasadas. El regalo del universo, la semilla más tierna que he cargado y que hoy revolotea en mi vida. 


Ensayo 

Cuando comencemos este acto
no se olviden de sus personajes.
Cuando acabemos
recién comenzaremos este show. 


Zoonosis 

Ni parir te sensibiliza
ni cagar hediondo te rebaja.
Busquemos un incienso
y pensemos con humo en la nariz:
¿Dónde mierda clasificamos a estas especies?


Publicidad engañosa 

Tú,
ignorante,
busco sólo un porcentaje,
no sé si sabes por qué
camino bajo el sol hastiado,
con las orejas prestas
inyectadas en un letargo
con mi mejor mueca. 

Visito la feria, 
un pasaje
inserto en el barrio,
donde los pendejos andan en pañales
y a pata pelada abren el grifo de la esquina. 

Me beso con todas las viejas calientes,
otras
por suerte estrechan mi mano.
Rápido, llegando a mi casa:
ducha con cloro. 

Destierro esperanzas
contaminando las calles
semáforos
parques
alamedas. 

“No existen límites
cuando se desea ganar”
-dicen todos.
¡Me culeo tus ideas! 

Mis oídos se cierran,
prende una chispa
y se enciende el piloto automático
con el arsenal de esclavas
regalando bolsas y calendarios
región por región
casa por casa
familia por familia:
“Dame tu voto, dame tu voto".


Desatando 

Vomito cada caso
que me causa comezón.
No me dan miedo las luces del cielo
ni el frío de las baldosas
pues siempre me pregunté:
¿Cuál es el gran temor de la sociedad? ¿Remecerse?
¿Y si tiemblan hasta los más valientes?
La Tierra de vez en cuando tiembla. 

La lucha en la vida
es hostigosa
pesada
difícil de manipular
y sin sangre
jamás ha sido lucha.

Trato de explicar
de destrabar mis ideas.
Lo intento
porque no quiero culpar a nadie
de mis derrotas
ni concluir mi historia
aguachando los arrepentimientos. 

Y si
la aflicción
llega a mi vida,
remojo las neuronas
para levantar la luz
que lleva el ritmo
de mi convicción. 

Siento
que al pasar los años
se nos van apagando nuestros anhelos
pues el capitalismo
consume el empoderamiento
y hasta las nuevas ideas. 

Nos conformamos
sumisos
ciegos
y volvemos a ser
sólo unos pendejos obedientes. 

jueves, 5 de diciembre de 2013

Carla Trenfo (1987)

Crecí creyendo que me costaba entender la poesía. El régimen escolar católico bloqueaba mis formas favoritas de expresión, sobre todo las corporales; medianamente las mentales y las emocionales. Luego, mi paso por la universidad no fue una experiencia grandiosa. Considero a la academia un lugar frío, petulante y que apunta a enriquecer el ego intelectual, más que cualquier otra cosa. Sin embargo, tuve la oportunidad de conocer e investigar con mayor profundidad a los y las bello/as autores/as que aún acompañan mi viaje: Manuel Rojas, Vicente Huidobro, Violeta Parra, Jorge Teillier, Mario Benedetti, Alejandra Pizarnik, más otros escritores de la narrativa, los cuales me hicieron comprender que la poesía no es una cuestión lejana a la cotidianidad. Es más, considero que la experiencia, la sutileza y la terrible realidad que vivimos es la mejor herramienta para echar a rodar el lápiz, el plumón en la micro, la aguja con tinta en la piel, el spray en los muros y... ¿por qué no imaginar que las nubes allá en el cielo también nos quieren comunicar algo?


Leche de almendras 

Tengo hambre, mucha hambre
y ya sabes a cuál me refiero.
Siento el vientre vacío que me estremece
y se me insinúa la verdad rompiendo la mordaza
lejos de adornos; en el vientre no habita la cursilería. 

Queremos gritar desnudas
con la sangre corriendo entre las piernas
anunciando la caída de todos los patriarcas
esos NO hijos de putas, porque las putas no tienen la culpa que exista una herencia de seres humanos con la cabeza llena de inertes utopías. 

Tengo hambre, mucha hambre y ahora sed.
No somos ni seremos jamás las barbies del neoliberalismo ni de la caja idiota.
Queremos cantar fuerte, con suavidad, rabia o dulzura.
Queremos bailar nuestro ritmo y ahuyentar la miseria tomando cualquier ruta que nos aleje del cemento que sólo nos promete infiernos del nuevo milenio.
Y así nos despedimos para poder sumergirnos libremente una noche de luna llena en las aguas que habitan los bosques cordilleranos. 


$hile 

Morenitos
Mapuchitas
Cholitas
Peruanitos
¿Hasta cuándo con la misma cuestioncita?
¿Acaso no se acuerdan de los años cuando no había más opción que ponerse a desalambrar?
¿Acaso las masas de estudiantes y trabajadores en plena Alameda no les hace sentido?
¡Ah!, se me olvida que el crédito nos salvará en esta ocasión.
Se me olvida que los Chicago Boys hicieron re bien la pega
por eso al carajo: 

Morenazo
Mapu-punk
Chola chora
Hermano peruano
¿Y si bailamos un buen son al ritmo del kultrún sobre el techo de sus grandes camionetas?
O si prefieren nos trenzamos el pelo, cocinamos lentejas con quinoa, en las casonas de partidos políticos corruptos con historia nazi orgullosa.
Porque les digo que ya no existe el momento de llorar. Puede ser que nuestros ojos se llenen de lágrimas en las luchas callejeras, mientras capeamos el gas de los perros verdes. 
Sólo
ahí
tal vez… 


Miedocracia 

Amigos/as:
la ciudad es implacable.
No perdono las no-llamadas,
el jodido tiempo desbordándonos.
¿Acaso de lo que me hablas no tiene que ver con todo esto? 
 
Las vitrinas con su belleza normada roban las miradas
La publicidad te excita, alimenta ese deseo que por abandono a la honestidad ya no puedes liberar; se llevan tu alma.
Junto con la promoción del nuevo perfume femenino
ya no natural, sino que sobrenatural. 

Nunca me sentí tan a gusto con la soledad soleada.
Recuerdo las piernas entrelazadas y pienso:
¿Dónde se esconden esos tiernos músculos inflamables?
¿Por qué se esconden? 

No hay futuro
compañeros, compañeras.
Si no los abrazo ahora, si no peleamos ahora, será muy tarde.
Amémonos hasta que el pecho nos guíe por nuevos senderos
para luego desconocernos, odiarnos y nuevamente amarnos.


Un pedacito de libertad 

Los botes no van a parar de bailar
Las estrellas aún acompañan nuestro andar
¿Y así quieren que dejemos de navegar?


El ataque de las gatas patagónicas

Edificios en punta de pie
La muerte baila su vals 
La humanidad compra su tumba 
sin pensar que la ciudad
está a punto de explotar.

martes, 26 de noviembre de 2013

Alex Bay (1988)

Nacido en pleno año en que el plebiscito marcaría el devenir de estas tierras, al instaurar la democracia de los acuerdos y su estrategia de encubrir el capitalismo bajo una bonita fachada, que se ha ido desnudando como las casas chubi en Peñalolén. Viví mi infancia en Chiloé, y tal vez el viento del sur me entregó la calma y humildad para mirar la realidad con el equilibrio necesario, a la hora de dispararle palabras punzantes a quienes nos siguen pegando fuerte. Este ejercicio de hacer de la poesía no sólo una descripción de emocionalidad o desentrañamiento de nuestro interior, sino que también una herramienta, un arma que permita expresar el malestar de nuestros tiempos y contribuir también en el cuestionamiento profundo de las contradicciones y miserias que vemos a diario en este sistema. Es para mí una tarea que no puede desligarse del rol que cumplen el arte y la poesía, en particular en el terreno sociocultural de cualquier parte del mundo. 


Violencia  

Se da vuelta el plato 
se rompe un huevo 
se llega tarde 
se golpea el niño 
se quema la olla 
sin agua ahora. 

Toda la tragedia de tu mundo
se condensa 
en las contiendas de barro 
casi bordeando las 23 horas. 

Oh, mujer, 
¿dónde te robaron la alegría 
de mirarte al espejo 
y sentirte querible?


A los testaferros 

Si hay algo
que quiero dejar escrito
a fuerza de testimonio
son los cinco pasos hacia el abismo,
también los espacios no tranzables
en que se martilla
la vida al mejor postor. 
Basta de subastas
con bastardos devastando
nuestra propia identidad
a golpe de puñal romano
jamás esperado
para quien ha obrado de buena fe. 

Cómo no transitar con el beneficio de la duda
bajo el brazo. 

Cómo no sentir impotencia
de la ley y sus huecos funcionales
donde se completa su victoria
multiplicada como parábolas
que esbozan discursos de paz
en medio de una guerra mercenaria.


Pecado 

El puente se derrumba 
como pesadilla en que 
se caen los dientes 
uno por una 
los pétalos de la flor
que deshojan 
sus labios gritando 
de fertilidad 
reflejada en el vino 
de la misa 
esa gran traición 
al comer la hostia 
y consumar falsa comunión. 

                                              (En los pasillos 
                                                                        me escondo) 

Siendo verdugo 
de costumbres rancias
hago de la locura 
la locura de aceptar 
que lo indeseable gobierne
sus cuerpos, sus notas
tensadas por el diapasón
de las vértebras
que apaga el infierno del deseo. 

Vámonos a dar una vuelta 
por la ciudad 
rompiendo filas 
sacándole la lengua 
                                  a los represores. 

Bailemos como gitanos 
hasta rayar 
un juego de gatos 
para que de esta noche 
no quede solamente 
la próxima purgación 
                                   de arrepentimientos.


De las vísceras 

Si todos buscaran la totalidad
en un mundo dispar
te dispararías
en el cráneo al pensar conciliar. 
 
Y es que no puedes creer
que rezando horas y horas
los asesinos en el mundo
los impunes criminales
comprenderán errores
pues el globo se sigue jugando
aquí y ahora. 

Y créeme, qué resignación
más amarga
buscar un paraíso fuera de esta vida. 

No todo es tan terrible después de todo,
aún se puede contemplar
la humedad en una tarde de lluvia
poder jalar hondo un sorbo de vida,
!sonreír!
sentir un paraíso terrenal
en la sencillez
que
    se
       de
          rrum
                 ba
cuando
se inundan las casas:
pues el oro también se derrite
cuando hierve la miseria. 

No puedo quedarme quieto, hermano
no me acomoda la idea
de buscar la paz en todas las cosas
las casas,
hay algo en ello
que te conduce irreductiblemente
a la adaptación
al enfrentamiento pasivo
con las migajas de lo posible. 

Yo quiero que podamos
comer pan,
algo tan sencillo
tan cotidiano
y tan ausente de respuestas;
los techos se llueven
en invierno, hermano
la muerte sube como la levadura
y lo más fácil
es quedarse quieto
quizás qué fortunas harán milagros.


Un beso por las viudas  

Bagdad, 14 de diciembre, 2008

Golpeando el suelo 
el zapato se relega 
a su condición naturalizada. 

Antes de eso, 
su trayecto para ser zapato 
cruzó el respiro del hombre 
atrapado en un proceso ajeno; 
los relojes marcaron
la pauta del tiempo:
                                                              La medianoche 
                                                              de los zapatos usados 
                                                              dio a luz 
                                                              un secreto ocultado 
                                                              desde temprano. 

Y no se derritieron los relojes 
en Medio Oriente 
cuando un zapato 
viajó de Irak a Irak 
hacia el mundo. 

Tampoco dejó al descubierto 
su misión forzada 
en un juego de ajedrez 
entre opuestos. 

                                              Pero logró salirse del pie
Quedó su fotografía clavada 
en la humanidad 
sacada de la fantasmagoría 
de quien talló 
para hacer camino/lanzar un insulto
a la cara de Bush 
y romper el en tablas de la partida. 

*Referencia a Al pie desde su niño, de Pablo Neruda

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Joan Cornejo Ramos (1990)

Nací el Día de los Muertos, armado de una cuchara para revolver gallineros. Mi intención es crear poesía lúdica e iluminadora al alcance de todos. Así que atentos, estimados y estimadas, que los que ríen despiertos, ríen mejor.





Pájaro enredado

                                   A Ariel Santibáñez,
                                   poeta chileno asesinado en dictadura

No necesitabas su ayuda

Elegiste bien
Cómo expresarte

Te mantendrás oscuro

Porque las melodías
Se recuerdan
Con mayor facilidad
Que los versos.


Breve consejo a un/a artista en dictadura 

Si no te puedes aguantar

Atento/a a los disparos

Procura ser imagen
No agujero.


Chaleco de mono 

Seguiremos buscando la hebra de hilo
Que podamos tirar todos juntos
Para deshacer de una vez
Esta realidad que nos acalora
Y nos cruza de brazos.


Manifiesto 

Porque nuestros brazos
Ya tienen suficiente con sus cadenas
Y para evitar libros mareados
Haremos una pequeña excepción:
Nada más que para leer
Bajaremos la mirada.
Amén. 


Y los políticos dicen 

¡Tampoco bajaremos la mirada!
¡Aunque nos pese la nariz!


Sobre el árbol que nadie recuerda

Puede que las líneas
Más bellas y lúcidas de este poema
Sean las que separan
Sus versos.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Camilo Suazo (1993)

Soy Camilo Suazo. Se dice que nací un 9 de abril del año 1993, aunque sinceramente yo no lo recuerdo. A veces sueño que crecí por una comuna llamada Maipú, aunque nunca he entendido bien dónde termina ni dónde empieza mi barrio. Tengo en mi pieza un cuadro que dice “Recuerdo de mi licenciatura”. Según dice, estudié y me licencié de enseñanza media, pero yo nunca estudié.  Es más, jamás creo haber ido por otra cosa que no fueran mis amigos y el hueveo. Imagínate, por ir a vacilar me llevé un cuadrito con el que puedo ir a cualquier instituto o universidad culiá. En fin, en el último tiempo aún sigo teniendo mi memoria frágil, y me digo músico porque hago canciones, pero no lo sé hasta que alguien se acerca y me dice que toque algo o que le gustó un tema. ¿Poeta? Al puro peo, giles.


Porque somos parte de Chile 

Porque somos parte de Chile
somos parte de una cumbia triste.

Bailamos al son de la desolación.

Cunetas de zotes danzando llorosos.

Parte de nada y parte de todos.
Por parte baja se lleva un beso.

El inmaculado chipe libre
que hay que respetar.

Esas tonteras se las llevó la tempestad.

Tragado por los cisnes
devorado por la alameda.

Enajenados en su caparazón.

Las cabezas límpidas de cachureos.

La cachita lo curó todo.

El destino es impreciso y nuestros sueños son órdenes.

Canta Gardel antes que sea tarde
porque ya me estoy poniendo impaciente.

Porque somos parte de Chile
soy parte de lo hueone.
 
 
La historia juvenil de parecer y no ser

Fantasean con el éxito
el esplendor que se concibe en sus sesos
son migajas del futuro.

Las canciones populares
parecen marcharse
en el derrumbe juvenil
de nuestro único
tesoro.

Yo las veo transitar
y las pendejas solas
lloran desconsoladas por su única pasión.
De los celulares
veo secretos que circulan
agonías íntimas, que eternas
se esconden. 

Completamente solos nadie aprende a vivir
anestesiados en fotos
el genuino genocidio.

Elimina con tus ojos sanos
este disimulado
descontrol.

No dejes morir la fortuna.

Porque la juventud
es el obrero, la flor
el pendejo, el copete
el día, la oficinista
el profesor, la noche
el ensueño, la no-empresa
el tiempo

Dios.
 
 
Ley Natural

Ya me tiene cansado
aquello de libres
caminos de perros.

Estoy hostigado
de la demencia
de los pobres
emputecido de
las habladurías
de pájaros viejos.

¿Quién podría nombrarme?

Como que el silo mental
necesita racionarse otra vez.
Aliméntenme bocas ciegas.

Emputecido de
las huevás
de la mala suerte.

Incrédulo, escéptico.
-¡Sí, aquellos son mejores que yo!-

La semilla buena
siempre busca
la tierra más fértil.

Ley natural.

Ley conchesumadre.

Matías Paredes (1980)

Nací el año 80. Escribo desde la urgencia. Mi literatura es dispersa y fragmentada. No responde a un proyecto, emerge como respuesta a diversos estados emocionales, sin embargo hay una continuidad tópica que se puede ver en ella: sexo, angustia, desesperación y política (ya sea como fervor revolucionario o nihilismo). De estilo simple pero intenso, salvaje, nada de cursi o relamido. No por una pará estética, sino como reflejo de lo que soy en el cotidiano. Nunca he sentido necesidad de publicar o participar en concursos; escribo para mí y la gente que me rodea. A veces para hacerla reír, a veces para expresar mi frustración. Si un día llego a publicar, será para hacer una arenga revolucionaria sobre un proceso que me tenga esperanzado, o para decir (como a veces creo) que están puro hueveando, ya que la revolución llegó muy tarde, cuando ya no hay nada que hacer. Si un día llego a participar de un concurso, será para obtener algo de plata, conseguir un viaje que me dé placer o lograr que muchas minas me chupen la verga.


Creo
 
No voy a la marcha del primero de mayo
ya no creo en la revolución social
me preocupa mi indiferencia al respecto
pero ni siquiera creo en las viejas dualidades
Pueblo – Estado
Proletarios y Burgueses
creo en el Punk
más bien creía
éste me ha traído sólo problemas
¿cómo seguir creyendo?
detesto parecer nihilista
me parece snob
tengo valores férreos
a mi juicio muy nobles
pero a pesar de esos valores me siento solo
siento que las nobles causas, metarrelatos, ideologías
son un gran show
aunque no por eso menos respetables
creo algo en el anarquismo pero detesto a los anarquistas
no le creo a los okupas
pero quizá
si predicara esos valores sería popular y no me sentiría solo
la verdad
en cuanto a creencias
sólo puedo ser leal a mi pasión por las mujeres
y a mi pasión por el arte
¿y qué chucha es el arte?


Luz en la ciudad

                                        A los estudiantes 2011

La ciudad está llena de luces que no iluminan
solos
somos tantos y tan solos
yo recorro la calle desde el Metro a mi casa tarde en la noche cuando regreso del trabajo
veo pasajes desiertos
solamente autos transitan el lugar
las veredas son angostas
las calles nunca fueron hechas para la gente
y me siento tan solo.
En las soledades de estos barrios
barrios de vidas privadas tras las rejas
un rumor de sillas escolares se escucha en la ciudad
muy lejos quedaron esos días en que el descontento sólo nos ofrecía estar drogados
en mi caso ebrio y cabizbajo
solo y con una sensación de miseria existencial
sin embargo el nihilismo de Kurt Kobain ya no está de moda
marchar ya no es mera moda
lo que antes yacía en los suburbios ahora desborda las anchas alamedas
estos pendejos con ideas ambiciosas están dejando la cagá
yo vuelvo a creer
y tengo algo en el horizonte
ahora no sólo escribo para aliviar el dolor de estar aquí
la ciudad ya no está llena de luces que no iluminan
pues tú cortaste todos los suministros de electricidad
ahora arden y arden barricadas que alumbran la noche
y en ellas se deja ver tu rostro que me hace olvidar el tiempo
el tiempo de la soledad.


No me cabe el grito

                                        A Daniel Zamudio

No me cabe el grito
no me cabe en la garganta
no me cabe la desesperación
Daniel te mataron
te dijeron maricón.

Todos los días mueres Daniel
mueres en la Araucanía
mueres endeudado
cuando te cobran por estudiar
por enfermarte
en el Transantiago por ir a trabajar.

Cuando te cobran por todo
te cobran en la pulpería llamada Ripley, Falabella, París
y te endeudas en un crédito
con la Casa Comercial
con un Banco
y te cobran el interés
cuando te atrasas en pagar
y seguros que ni siquiera sabes que tienes

Es como si te cobraran por vivir
y es así como te matan Daniel Zamudio
todos los días nos matan
te matan en las cárceles cuando tu derecho a protestar se transforma en un montaje policial
te matan en la cárcel como cuando encierran a un pendejo flaite por robarse unas zapatillas Nike
pero resulta que este cabro chico para nada es experto en economía
sin embargo tiene más que claro que con el sueldo mínimo que pagan por un trabajo no calificado ni cagando le alcanza para comprárselas
pero los de la tele las tienen
y para ser bacán hay que ser como los de la tele
pero cacha Daniel
si los de la tele son perfectos
hermosos
bellos
las minas son ricas hueón
no tienen ni un rollo
ni un gramo de grasa
tienen plata Daniel
no comen hueás
ni cagando comen completos como nosotros
por eso el pendejo flaite decide chorear
si la vitrina que lo separaba de las zapatillas no tenía ni un centímetro
y fácil, de un mangazo la quebró y salió de vuelo.

Nos matan con esa miseria de sueldo mínimo que te pagan por 50 horas semanales,
por trabajar de lunes a sábado y dejar el domingo para preparar la semana siguiente de trabajo
esa hueá es pura y neta esclavitud
piensa Daniel que no encuentras un arriendo por menos de 100 lucas,
sin aval
sin contrato fijo
y no alcanza más que para una caja de fósforos con ventanas chicas con rejas,
dime Daniel
si es que llegaste al cielo
¿es verdad que ahí también hay rejas?

Y a ti Daniel te pasó por ser gay
tu muerte nos acerca al horror más profundo
te torturaron
te quemaron con cigarrillos
marcaron esvásticas en tu cuerpo
tantas hueás que te hicieron estos miserables
pseudo nazi criollos
puta que dan risa
puta que dan pena
los nazi chilenos son de piel morena
estas lacras ignorantes
cáncer
estas bestias que creen que sus actos se traducen en un beneficio para la sociedad
se creen policías, jueces y verdugos.

Y resulta que la sociedad te pide perdón
te llora y se culpa
cuando un día antes andaban con la frasecita de “maricón culeao”, “hueco culeao”
pero de qué mierda sirve pedirte perdón
hay que salir a la calle
y no precisamente a marchar
porque esa hueá no altera el orden de las cosas
el piso mínimo de una revolución debiese ser cambiar la constitución fascista del perro de Pinochet
pero antes hay que salir a buscarlos con la palabra “Venganza” impresa en los nudillos
a esta maraña de extremistas de derecha
hay que tomarse la calle
hay que hacer 1000 Vietnam
1000 Cuba
1000 Araucanía rebelde
1000 Aysén
y subvertir
convertir la explotación en solidaridad
sólo entonces Daniel
seremos dignos
de tu perdón.